Einstein dando una clase en
Princeton. |
Einstein pensaba que, si pudiese
hallar una teoría de campo unificada, esa teoría
podría explicar también la estructura de la materia.
Así podría rellenar un inquietante vacío en la
teoría cuántica: su incapacidad para describir el mundo
más que en términos probabilísticos. Él
dudaba de su competencia para descubrir una “teoría más
satisfactoria”, pero estaba convencido que algún día,
alguien la hallaría. Einstein decía al respecto: “Yo
sé que no baso esta convicción en razones lógicas
y que mi único argumento es mi propia intuición”. |
Durante
años Einstein propuso una teoría de campo unificada
mediante diversas formulaciones matemáticas. Los defectos en su
teoría fueron hallados, uno a uno, por el mismo Einstein.
Continuó trabajando con ilusión, sin desanimarse,
buscando nuevas formulaciones, para seguidamente ver los fallos. Otros
científicos que participaban en esta investigación,
más tarde o más temprano se dieron por vencidos. Einstein
siguió investigando, consciente de que muchos de sus colegas
juzgaban que perseguía un sueño imposible. Un joven
físico le describió como una estrella resplandeciente en
desvalida soledad. Einstein conocía mejor que nadie las
limitaciones de sus esfuerzos, pero el duro trabajo ejercía
sobre él una fascinante atracción. “Uno no puede por
menos que asombrarse cuando contempla los misterios de la eternidad, de
la vida, de la maravillosa estructura de la realidad “, escribió
y añadió: “Es suficiente, si uno intenta comprender un
poco de este misterio cada día”. Con este sentimiento Einstein
dio a la humanidad una nueva visión del Universo físico y
un modelo a imitar por cualquier persona responsable. |
"Nunca abandones una sagrada
curiosidad" |
"Lo esencial en la existencia
de un hombre como yo es lo que él piensa y cómo piensa;
no lo que realice o sufra" |
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